Trate de dar pequeñas y suaves bocanadas para sentir los complejos aromas y sabores que entrega el humo al quemar las añejadas hojas del tabaco. Deje que el humo recorra todos los sectores de su paladar y su lengua. Busque aromas y sabores básicos como salinos, amargos, dulces y ácidos. Luego relaciónelos con productos como cuero, madera, cedro, castaña, café, cacao, vainilla, canela, anís, pomelo, pimienta, coco y, por supuesto, tabaco. Experimente después buscando las diversas texturas del humo; ver que hay puros que producen un humo muy denso y cremoso, mientras otros son ligeros y suaves. Con estos ejercicios podrás clasificar las diferentes marcas de puros según su aroma, sabor y textura, para luego encontrar el maridaje perfecto.
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Tips #1: ¿Cómo escoger un puro?
Sugerimos empezar con puros medianos y de intensidad media.
Tips #2: ¿Cómo se compone un puro?
1- Tripa o relleno.
2-Capote (es la que envuelve la tripa o relleno).
3-Capa (es la que forra el puro y es más importante que tienes que observar).
Tips #3: Importancia de la capa
Esta tiene que estar suave al tacto, y sobre todo, no se tiene que sentir seca ni «crujir», con esto observaras «la frescura de un puro».
Tips #4: Conservación
Esta tiene que darse en cabinas que tengan una temperatura y humedad constante.
Humedad: 65-75%
Temperatura: 64-70 ºF
Son las medidas ideales.
Tips #5: El golpe
Si vienes del cigarrillo a los puros, nunca le des «el golpe». El puro es 100% tabaco sin agregados químicos ni conservadores.
Tips #6: El deleite
Viene de contener su humo en el paladar: dentro de la boca y después soltarlo poco a poco.
Tips #7: Primicia
Fumar un puro es un ritual entre el fumador y su puro.